Poder de Representación en una Asamblea General de Propiedad Horizontal
En las propiedades horizontales, la Asamblea General es el órgano de máxima autoridad en la toma de decisiones sobre administración, mantenimiento y normativas internas. Sin embargo, no todos los copropietarios pueden asistir personalmente a estas reuniones, por lo que la delegación de representación mediante un poder se convierte en una herramienta fundamental para garantizar su participación.
1. ¿Qué es un poder de representación y por qué es importante?
El poder de representación permite que un copropietario delegue su voz y voto a otra persona en la Asamblea General. Este documento facilita la toma de decisiones, evitando la falta de quórum y asegurando la legitimidad de los acuerdos.
2. Elementos que debe incluir el poder de representación
Para que el poder de representación sea válido, debe contener ciertos elementos clave:
Identificación de las partes:
Nombre completo y número de identificación del poderdante (propietario que otorga el poder).
Nombre completo y número de identificación del apoderado (persona que representa al propietario).
Alcance del poder:
El documento debe indicar con claridad:
- Derecho a voz y voto en la Asamblea.
- Restricciones sobre los temas en los que el apoderado puede participar.
- Si el apoderado puede actuar libremente o bajo instrucciones específicas del propietario.
Datos de la Asamblea:
- Fecha y hora de la reunión.
- Lugar o modalidad (presencial o virtual).
- Tipo de Asamblea (ordinaria o extraordinaria).
Firma y autenticación:
La firma del poderdante es obligatoria.
En algunos casos, la autenticación notarial es requerida según el reglamento de la propiedad horizontal.
3. Consideraciones legales
La Ley 675 de 2001 establece que un apoderado no puede representar a más de un número determinado de copropietarios, evitando la concentración del poder en pocas personas.
Es recomendable que el poder sea presentado con anticipación ante la administración para su validación.
Conclusión
Contar con un poder de representación bien estructurado garantiza la participación activa de los copropietarios, facilitando la toma de decisiones y asegurando la transparencia en los procesos administrativos de la propiedad horizontal.